Mujeres con propósito

Paulina y Andrea, dos jóvenes promotoras de algunos proyectos sociales. En el programa ‘Buenos días familia’ de Radio María compartieron sus ideas.

El proceso de adaptación que tuvimos que vivir todas las personas después de los meses más duros de la pandemia, nos impulsó a realizar nuevos proyectos y cumplir metas. Andrea y Paulina son dos mujeres que sintieron la necesidad de crear espacios virtuales y presenciales con información que nutra de conocimientos al grupo objetivo al cual se dirigen.

Ser emprendedoras conlleva muchos retos, pero ellas están muy conscientes de que pueden aprovechar la formación que han tenido, junto con los dones que Dios les ha dado, para estar al servicio de los demás. “Queremos dejar esa huella en el mundo por más pequeña que sea, porque puedes cambiar la vida de una persona, y eso es lo que nosotras estamos buscando”, cuenta Andrea.

El nacimiento de una nueva idea

Los múltiples casos de desempleo y el hecho de que muchas personas se dedicaron simplemente a sobrevivir más que a vivir, impulsaron a Paulina y Andrea a crear el proyecto ‘Ideas con propósito’.

Ellas identificaron que la gente que se quedó sin trabajo empezó a vender cosas y a entregarlas a domicilio, sin embargo sin un objetivo claro y basándose solo en lo que veían en redes sociales. Por ello, el proyecto se enfoca en ayudar a emprendedores que por motivos de la pandemia han paralizado su labor o para quienes decidieron abrir un pequeño negocio porque se quedaron sin trabajo.

El objetivo de ‘Ideas con propósito’ es hacer un espacio para incentivar la creación de negocios, y fortalecer el desarrollo de nuevas ideas a través de la capacitación y confianza personal. Hay tres valores que son el motor del proyecto: servir a los demás, la profesionalización y la dignidad humana.

“Por eso, a través de herramientas muy prácticas, buscamos profesionalizar su trabajo y que crezcan para que no mueran en el intento. Además de darles seguimiento a sus proyectos”, dice Paulina.

El único requisito que deben cumplir quienes deseen ingresar a la iniciativa es tener una idea ya implementada, porque el programa implica: contabilidad, comportamiento humano, marketing de comunicación, redes sociales y análisis del entorno. Es decir, estos conocimientos son para ideas que ya empezaron o que están encaminadas, para que puedan aplicarlas de una mejor manera. Estas sesiones son para personas solteras entre 25 a 35 años, que estén trabajando.

Abrir la mente y motivar la reflexión

Refuérzate’, que significa refuerza tu proyecto personal, está relacionado con ‘Ideas con propósito’. Esta iniciativa se trata de charlas magistrales con expertos en el tema. Las reuniones son una vez al mes o cada dos meses, dependiendo de la época del año.

Se tratan temas de interés social. Algunos son: las drogas, equilibrio vida/familia, cómo ser emprendedor en esta nueva época y charlas de motivación. También conversatorios culturales para alimentar el alma, el cuerpo y la mente.

Tecnología e información

‘Educatec’, es otro proyecto que manejan junto a un grupo de profesionales de distintos ámbitos. Lo que buscan con esta iniciativa es ayudar a las familias a navegar en el mundo digital. “Hoy en día todos estamos hiperconectados, más después de una pandemia en donde realmente nos tocó reinventarnos y aprender a conectarnos para poder continuar con nuestra vida laboral, hasta para estar cerca de la familia y educarte”, cuenta Paulina.

Esta iniciativa ya tiene algunos años, pero ahora con la pandemia se ha reforzado. El objetivo de este proyecto es comunicar a través de un lenguaje positivo a jóvenes, padres de familia y educadores, sobre cuáles son las herramientas prácticas y adecuadas para que los infantes y adolescentes puedan hacer un buen uso de la tecnología.

El impulso que les dio San Josemaría

Andrea y Paulina recibieron formación en un centro del Opus Dei. Uno de los aprendizajes que tienen en claro es el llegar a ser santos a través de lo ordinario, el mensaje central que ha dejado San Josemaría. Esto representa hacer bien tu trabajo cuidando el detalle de tener un propósito que esté ligado al servicio a los demás y entregarlo todo a Dios.

“Si le ofreciéramos nuestras 8 horas de trabajo a Dios, equivale a 8 horas de oración. Al hacer las cosas con una sonrisa y con amor, todo eso se convierte en heroísmo”, enfatiza Andrea.